Sin duda alguna, Kamala Harris representa un cambio muy importante en la historia de Estados Unidos, al ser la primera mujer vicepresidenta negra y la primera vicepresidenta de ascendencia sudasiática en liderar el país.
Por ello, su estilo se ha convertido en tema de estudio, desde el periodo de campaña hasta su más reciente aparición en la portada de la revista Vogue.
Recordemos que la imagen que proyectamos a los demás funciona como una herramienta de comunicación muy fuerte. Tomando en cuenta esto, podemos decir que la imagen de Kamala Harris no es casualidad. Esto nos permite analizar su imagen desde la perspectiva de semiótica del vestuario, estilo y psicología del color.
Cada uno de sus atuendos está pensado en enviar un mensaje específico de acuerdo a sus objetivos, respetando su estilo y esencia.
En la portada Vogue, Harris porta un saco oscuro, pantalón negro, blusa básica en color blanco, tenis Converse y su característico collar de perlas.
En el fondo podemos observar los colores que se eligieron como tributo a la casa de hermandad de la Universidad Howard, casa de estudios de Harris. El color verde representa armonía, estabilidad y frescura, además de ser un color que transmite una sensación de tranquilidad; en combinación con el rosa, el cual representa protección, posibilidades, generosidad y empatía.
Al ser publicada la portada de Vogue, se generó controversia acerca de la vestimenta, el tipo de luz y la imagen. Mientras hay quienes aplauden su estilo de vestimenta como acto de autenticidad y modernidad, otros han interpretado su presentación como una imagen informal y carente de autoridad, en tiempos en donde el país necesita una líder fiable.
Gabriella Karena-Johnson, editora de moda a cargo de la sesión, comunicó que Harris fue quien seleccionó y usó su propia ropa, dando prioridad a su identidad, comunicando sencillez, sin dejar su estilo romántico, representado en accesorios y peinado.
“Aunque sea la primera mujer en este cargo, no seré la última”
En contraste a la imagen publicada inicialmente, y en respuesta a los comentarios negativos, Vogue publicó una segunda portada en donde Harris aparece más formal, portando un traje azul Michael Kors con un prendedor de la bandera estadounidense y con una pose ejecutiva, con una cortina dorada de fondo.
En esta portada, Harris porta el color azul que representa tranquilidad, protección, entendimiento, generosidad y seguridad.
El color dorado representa poder, fortaleza y se asocia a la elegancia, en este caso, como Vicepresidenta electa en una de las etapas más críticas para su país.
Imagen es percepción
En ambos atuendos podemos destacar elementos fundamentales del estilo de Harris, que ayudan a fortalecer el mensaje de accesibilidad con el cual se quiere distinguir.
En el atuendo de la primera fotografía lo podemos notar en los aretes redondos, zapatos deportivos y blusa blanca con cuello redondo. Mientras que en la segunda fotografía, a pesar de ser un atuendo más formal que denota un estilo tradicional, poder y estructura, prevalecen los elementos redondeados en el cuello de la blusa, collar y cabello con ondas, lo cual tiene mayor impacto al ser lo más cercano al rostro.
Con esto podemos deducir que su principal objetivo es verse como una persona accesible y alcanzable.
Esto comprueba que imagen es percepción, considerando fondo, forma y contexto. En este caso, Vogue buscaba representar la autenticidad de Harris, una mujer moderna y capaz, dando un giro fuera del poder y abriendo la puerta hacia la accesibilidad y el agradecimiento al ser elegida al cargo.
Escrito por Karla Hernández Castro
Project Manager TipTop MX, apasionada por la moda, tendencias y el marketing digital. Análisis de semiótica por Karen Piceno Coordinadora Imagen Personal.
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